Miércoles, 07 Abril 2021 18:55

Segunda invasión francesa Destacado

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La segunda intervención francesa sucede casi veinticinco años después de la primera (la Guerra de los Pasteles).

 

El tema de la deuda había quedado pendiente entre México y Francia. Tras la invasión francesa de México en 1838, forzados por el gobierno de Estados Unidos, los ejércitos galos se retiraron y el gobierno de Luis Felipe se quedó con las ganas de cobrar ese dinero. Pero en 1861, habiendo comenzado en Estados Unidos la guerra de Secesión, el gobierno del emperador Napoleón III vio una nueva oportunidad de sacar riquezas a México e incluso establecer una colonia francesa en nuestro país, con un gobierno títere.

Aprovechando que los americanos estaban luchando entre sí, Napoleón III pudo maniobrar a su antojo y estableció contacto con las facciones conservadoras de México. Los conservadores le hicieron saber al gobierno francés su deseo y esperanza de establecer en México una monarquía fuerte, al estilo europeo, como la única manera de poner orden en el país. Y querían su apoyo, tanto militar como económico. Y él estaba dispuesto a brindar ambos, con miras a tener un aliado en el continente americano, o incluso un protectorado.

Buscando al candidato perfecto a monarca de México, los conservadores se fijaron en un archiduque austriaco, Fernando Maximiliano, de la casa Habsburgo, hermano del emperador Francisco José (el que décadas después llevaría a Austria a la Primera Guerra Mundial).

Maximiliano era un tipo ingenuo e idealista, que vivía a la sombra de su hermano y no se tenía contemplado que lo fuera a suceder en el trono austriaco. Vivía plácidamente con su esposa, Carlota Amalia, de la casa real de Bélgica y, de no haber sido tentado por los conservadores habría seguramente vivido el resto de su vida en Austria, engendrando nobles y cazando.

Pero Maximiliano, a instancias de su esposa, aceptó las propuestas de los conservadores. Éstos le hicieron creer que sería recibido con alegría por todo el pueblo mexicano, y que su imperio sería próspero al contar con el apoyo de los católicos de Europa y de México. No se le habló de las divisiones políticas existentes en México, ni del rechazo (incluso en la Constitución) a las monarquías. Maximiliano tenía la idea de que podría establecer un imperio bastante más extenso y próspero que el de su hermano, y su ambición e idealismo pudo más que él...

 

Napoleón III, el emperador francés, no se hacía las mismas ilusiones, por supuesto. Él sí tenía conocimiento de la división infranqueable entre conservadores y liberales: de ahí que enviara primero tropas para asegurarse el control de las principales ciudades.

A esto hay que agregar la actitud de España e Inglaterra que, al igual que Francia, aprovecharon la momentánea impotencia de Estados Unidos para aplicar la doctrina Monroe y también enviaron tropas y barcos de guerra a México, ya que también a estos dos países se les debía dinero. Con gran habilidad diplomática, en el Tratado de La Soledad, los delegados españoles e ingleses fueron convencidos de marcharse. Pero no los franceses, ya que Maximiliano estaba emperrado en construir un imperio en ultramar, en el continente americano...

 

Estas preguntas son puramente de reflexión, y no es necesario contestarlas en la libreta, aunque puedes hacerlo si lo deseas:

 

¿Qué sucedió con Maximiliano de Habsburgo?

¿A qué se debe que Maximiliano perdiese el apoyo de los conservadores en México?

La batalla del 5 de mayo, en que un ejército francés fue derrotado por las tropas de Ignacio Zaragoza (liberal) es celebrada en Estados Unidos a nivel gubernamental. Incluso en ocasiones el presidente de esa nación da un discurso en español. ¿A qué crees que se debe esto?

Maximiliano y Carlota no tenían hijos, así que adoptaron a los hijos huérfanos de Agustín de Iturbide. con el objetivo de crear una dinastía de monarcas mexicanos. ¿Crees que, de haber tenido éxito el plan de Napoleón III, México seguiría siendo una monarquía en la actualidad?

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